jueves, 25 de junio de 2015

Arte en Ortofotos (II)



En una entrada anterior en este mismo blog (5 de febrero de 2015) ya comentaba las amplias posibilidades “paralelas” del SIGPAC, aparte de su utilización para todo lo relacionado con la solicitud de ayudas a la agricultura.

Entre esos usos alternativos destacan la planificación de excursiones campestres, la búsqueda de rutas en parajes aislados o escasamente cartografiados, la constatación de que precisamente ese día en el que te encontrabas de largo viaje de trabajo hay un coche desconocido –descapotable, para más inri- aparcado en la puerta de tu casa … y la más gratificante de todas, la localización de curiosas formaciones paisajísticas, apreciables únicamente en fotografía aérea.

Una de las virtudes del SIGPAC radica en su periódica actualización, ya que cada tres años se vuelcan –por Comunidad Autónoma- los resultados de un nuevo vuelo fotográfico. En nuestra zona (cuadrante NE de Castilla y León), las ortofotos actuales corresponden al  vuelo realizado en Julio de 2014, y fueron volcadas en el SIGPAC en Marzo de 2015.

Con respecto al vuelo anterior (julio de 2011), encontramos algunas diferencias. Seguramente, el vuelo de 2011 se realizó en la primera quincena de julio, o quizás la cosecha de ese año venía un poco más retrasada que la de 2014. El caso es que predominaban los verdes sobre los pardo-amarillentos, en contra de lo que sucede en el último vuelo.

El vuelo de julio de 2014 realizado, probablemente, avanzada la segunda quincena de julio, coincide esta vez con la temporada alta de cosecha de cereal por estos lares, y se manifiesta en la profusión de cosechadoras pilladas in fraganti.

Los Hornillos, Rioseras

Cuesta Horca, Ubierna
 
La Ballesta, Ubierna

Prao Los Mulos, Ruyales



Berlanga, Huérmeces
El Arroturo, Montorio

Fuentilojo, Castrillo de Rucios

El Páramo, Marmellar de Arriba


Fuente Liz, falda sur de La Mesa, Urbel del Castillo

La Nava, Arenillas de Villadiego

La Retortilla, Avellanosa del Páramo

La Serna, Solano (Las Hormazas)

Navas, Huérmeces

Páramo Mediano, Solano (Las Hormazas)


Los Paramillos, Ubierna

En algunos casos, tan orgulloso queda el maquinista por la siega realizada, que firma la obra, sobre todo si al lado de la finca segada hay una autovía por la que circulan diariamente miles de turismos. Probablemente, detrás de cada maquinista de cosechadora, hay un artista.


La Cárcava, Quintanilla Vivar

En otros, el maquinista se ve obligado a recorrer una especie de circuito de fórmula uno, trazando unas curvas con un radio más corto en cada pasada. Probablemente, detrás de cada maquinista, hay un corredor de fórmula uno, frustrado eso sí. 

Alto Quintanas, Bárcena de Bureba

Aquí, el maquinista no pudo completar el escudo de un conocido equipo de fútbol. Cabreado por el fracaso, lo tachó.

Vallejos, Villalvilla de Villadiego

Enfrentados a un laberinto topográfico, no todos son capaces de alcanzar su centro; algunos no llegar a pasar de la primera bifurcación.

La Parte, Ros

Si el día es soleado, la principal ventaja de segar alrededor de un molino eólico, efecto ventilador aparte, es que puedes saber la hora que es. Aquí serían las 10:35, más o menos.

Páramo Grande, Arroyal
En algunas ocasiones, no estaría de más que algún que otro tractorista pasara un control de alcoholemia.

Las Hondillas, Las Mijaradas

En la zona sur de la comarca ya están cosechadas casi todas las parcelas de cereal. En la zona norte (Ruyales, Montorio, La Nuez, Urbel, Sobresierra, Valdelucio) aún queda bastante por cosechar, y en El Tozo y Valdelucio apenas ha comenzado.

Dos Hermanas, Peñahorada (el color verde claro es cártamo; el verde oscuro de la parte inferior derecha, girasol)

La Panera, Gredilla La Polera

Paramillo, entre Miñón y Las Rebolledas

Los Endrinales, Celada de la Torre

El color verde se corresponde, casi siempre, con un cultivo de girasol, aunque también hay alguna mancha aislada de cártamo.

Las tierras dejadas en barbecho también aportan lo suyo a la hora de incrementar el nivel cromático del verano castellano. Gama de grises, en este caso.

Valdelebrín, Ermita de Sotobrín

Valdequintana, Ruyales del Páramo

En algunas zonas de transición, quedan de manifiesto los contrastes en los contornos de las parcelas; aquí, parcelas rectilíneas en Sobresierra y curvadas y retorcidas en Las Torcas, separadas ambas zonas por la carretera Burgos-Santoña.

Límite entre los términos de Villalvilla Sobresierra (izquierda) y La Molina de Ubierna (derecha)

Precisamente en Las Torcas, el SIGPAC proporciona un auténtico festín paisajístico. Lo intrincado del terreno, blando y por lo tanto fácilmente erosionable por agua y viento, hace que el trasiego por el mismo no sea nada sencillo. Esta heterogeneidad del sustrato sedimentario, con arcillas y margas de variado colorido, se ve complementada con la abundancia de manantiales y pequeños cursos de agua, junto con la puntual presencia de manchas de vegetación.

El Vallejuelo, Bárcena de Bureba

Cuestatoz, Rublacedo de Arriba

Quemadas, Melgosa

Cárcavas, derrubios, barrancos, canales, costras calizas a modo de viseras … son las formaciones paisajísticas denominadas badlands o “malpaís”, propias de zonas más áridas y siempre con una litología rica en lutitas.

El Páramo de Masa y otras zonas en las que abundan las arcillas rojas, propensas a la acumulación de humedad en las zonas bajas, proporcionan llamativas composiciones.

La Rotura, La Cabañuela

Las Hazas, Páramo de Masa, Tubilla del Agua

Las plantaciones de pinos en las laderas de los páramos, ejecutadas hace unos diez años, han dejado un terreno taladrado, más expuesto a la erosión que antes.

Los Valladares, Arroyal

Cerro en Los Paramillos, Ubierna




En las parameras y tierras marginales a las que aún no ha llegado la concentración parcelaria, los resultados tampoco decepcionan. La abundancia de amontonamientos de piedra, sacadas de las tierras de labor durante generaciones, se ha visto incrementada en las últimas décadas con la utilización de maquinaria moderna.

Carresusinos, Avellanosa del Páramo

Hontanillas, Villaute

La mezcla de piedras y superficies segadas origina composiciones que tienen un cierto aire a jardín zen.

El Cabo, Villanueva de Argaño


Los montones de pacas de paja, regularmente dispuestos, crean pequeñas zonas de sombra en un mar de planicies quemadas por el sol de finales de julio.

Los Arenales, Celada de la Torre

Los molinos eólicos con sus viales y mástiles pararrayos, incluso con sus sombras, también contribuyen a crear composiciones con sabor surrealista.

Las Espinas, Sedano

Las Espinas, Sedano

Cueva del Horno, Huérmeces

También se pueden descubrir perspectivas imposibles, al estilo Escher. En este caso, son fruto de la convergencia de dos ortofotos tomadas en diferentes pasadas del avión, lo que origina que el mástil de cada uno de los dos molinos tenga diferente "inclinación".

Páramo de San Antón, en Páramo del Arroyo


Peces tropicales perdidos en mares de arcilla, gigantescas serpientes merodeando por páramos calizos, boas decapitadas, amenazadoras bestias con bufanda, gatos cornudos saltando sobre su presa … todo cabe en el SIGPAC.


Pinar de Valdefrailes, Ruyales del Páramo

Salagún, Castrillo de Rucios

Los Corrales, Coculina

El Navazo, Las Mijaradas
 
Peñillas, Coculina


Las Huertas, Quintanarrío





Incluso, es posible encontrar ¿al cazador cazado?

Romilán, Quintanadueñas




Si quieres pasar un rato buscando ortofotos en el SIGPAC:






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