domingo, 20 de marzo de 2016

El discreto encanto de las ermitas humildes



En el cuadrante noroccidental de la provincia de Burgos, cerca ya del límite con Palencia, encontramos una serie de pequeñas ermitas que si algo tienen en común es la sencillez de sus líneas y la humildad de sus propósitos y tamaños. 

Por lo tanto, no son ermitas que destaquen por su arquitectura, valores artísticos o monumentalidad, ni siquiera por su antigüedad. Pero poseen ese encanto particular de lo popular, de lo humilde, de lo sencillo … 

En ellas no encontraremos bellas portadas románicas, ni escatológicos canecillos, ni curvilíneos ábsides, ni ventanas ricas en filigranas, tampoco recargados retablos barrocos; por el contrario, predominan las líneas rectas y los perfiles austeros, las plantas cuadradas o rectangulares, los sobrios interiores, muchas veces sencillas paredes encaladas sobre las que destaca la imagen del santo o la virgen de turno.

Algunas se levantaron en piedra, sobre todo las situadas en la zona de Amaya, mientras que las de la comarca Odra-Pisuerga suelen abundar en materiales más modestos como el adobe, el ladrillo y la madera.


Ermita de San Roque (Rezmondo)


Ermita de San Roque (Ventosa de Pisuerga)

Ermita de San Roque (Villanueva de Odra)


Ermita de San Roque (Fuenteodra)

Ermita del Pilar (Villamartín de Villadiego)


Apenas aparecen en guías turísticas ni páginas de Internet, suelen carecer de señalización alguna; no se encuentran situadas al lado de carreteras importantes y, en ocasiones, es un poco transitado camino el que conduce hasta ellas.

Las levantaron las gentes del lugar. Con sus aportaciones y con su esfuerzo. Y estas gentes continúan prestándoles sus cuidados y realizando periódicas labores de mantenimiento. Se han restaurado imágenes, rejunteado muros, recompuesto campaniles, retejado goteras. 

Se siega la hierba, se limpia el camino de acceso, se instalan bancos que invitan al caminante a mantener pausadas contemplaciones o conversaciones al abrigaño; y sobre todo, para que luzcan espléndidas el día de la virgen o santo de turno; y es que en ellas sigue celebrándose anualmente una procesión o una romería, o al menos una misa.

Ermita de Santa Ana  (Barrio de San Felices, Sotresgudo)
Ermita de San Roque (Fuenteodra)
Ermita de San Roque (Villanueva de Odra)


Tampoco se enclavan en lugares prominentes ni ocupan cerros en los que antiguamente se levantara un castillo. Casi todas son ermitas "de llanura", situadas a las afueras del pueblo, cerca de una fuente, unas bodegas o en un cruce de caminos; a veces, a mitad de camino entre varios pueblos cercanos.


Ermita de Santa Ana (Barrio de San Felices, Sotresgudo)


En cuanto a advocaciones, en esta zona es San Roque el santo ermitaño por excelencia; este santo, nacido en Montpellier en la segunda mitad del siglo XIV, es uno de los más populares del santoral cristiano; muy socorrido en épocas de pestes y enfermedades, también es considerado protector de los perros; su imagen suele mostrarle enseñando una herida en la pierna izquierda y acompañado por un perro que le ofrece una rosquilla de pan; cuenta la leyenda que fue un can el que salvó a Roque de la muerte, cuando este contrajo la peste y se retiró a un bosque para no contagiar a nadie. Su festividad se celebra el 16 de agosto

Ermita de San Roque (Quintanilla de Riofresno)

Ermita de San Roque  (Sotovellanos)


Ermita de San Roque (Ventosa de Pisuerga)

Ermita de San Roque (Villanueva de Odra) La imagen del santo se trasladó a la iglesia del pueblo



Tal es su humildad que ni siquiera la potestad registradora de la Iglesia se ha fijado en ellas, como ha sucedido con otras de mayor valor arquitectónico. Aunque si lo hubiera intentado, seguro que las gentes del lugar también habrían defendido lo suyo.

Una lista -incompleta- de este tipo de ermitas estaría compuesta por las nueve siguientes: tres en la zona de Amaya y seis en la del Odra-Pisuerga:



1.                Ermita de San Roque (Fuenteodra)





Situada en un punto casi equidistante a los tres pueblos más cercanos (Fuenteodra, Rebolledo Traspeña y Villamartín), en ella se celebra una Romería anual el día del santo (16 agosto). Se trata de una recia construcción en piedra de la zona, con la impresionante mole de la Peña Amaya al fondo.


2.                Ermita del Pilar (Villamartín de Villadiego)








Situada a la entrada del pueblo, cerca de una antigua fuente. También construida en piedra, su cabecera aparece claramente diferenciada de la nave, y podría tener un origen algo más antiguo al del resto de las ermitas aquí descritas; destaca su cuidado interior, habiendo sido rehabilitado no ha mucho el conjunto del edificio.


3.                Ermita del Pilar (Peones de Amaya)




La más pequeña de todas, más oratorio que ermita; ha sido totalmente rehabilitada hace pocos años. Con un banco corrido en sus paredes SE y SW, está situada al lado de la carretera de acceso al pueblo. Como telón de fondo, aunque un poco más alejada, la Peña Amaya.


4.                Ermita de San Roque (Sotovellanos)



Ermita austera y de reducidas dimensiones; la pared de la izquierda fue restaurada en parte en el año 1936; más recientemente, se levantaron los dos pilares de ladrillo que soportan la visera de entrada.


5.                Ermita de Santa Ana (Barrio de San Felices, Sotresgudo)




Construcción de planta rectangular y muros de mampostería con sillares en las esquinas. Situada a la salida del pueblo en dirección a Sotresgudo; dos escaleras de hormigón a la entrada, con una bonita puerta de madera; rodeada de ciruelos de flor (Prunus pissardii), en una cuidada campa.


6.                Ermita de San Roque (Quintanilla de Riofresno)




La ermita de San Roque antes de su reciente reforma  (Fotografía: Motta, Wikipedia: "Quintanilla de Río Fresno")


Pequeño edificio con muros de mampostería y pórtico de adobe y madera. Ha necesitado una rehabilitación integral muy recientemente (2014), y se le ha añadido un moderno campanil. Destaca al fondo la espadaña tardo-románica, de tres niveles y nido de cigüeña, de la iglesia de San Román.


7.                Ermita de San Roque (Rezmondo)



En mi opinión, la ermita con más encanto de todas. La única situada en un lugar prominente: en la parte alta del pueblo, con buenas vistas sobre el entorno. De planta casi cuadrada, está rodeada de un porche por los cuatro costados. Se celebra una misa el día del Santo, el ya referido 16 de agosto.


8.                Ermita de San Roque (Villanueva de Odra)






De las tres ermitas con que cuenta el pueblo, únicamente la de Santa María Magdalena ha resultado afortunada con el devenir de los tiempos. Las otras dos se han visto reconvertidas en almacén (Santa Brígida) y en pura ruina (San Roque). Esta última, hace tiempo cerrada al culto, y de tamaño considerable (8 x 20 m) para su modestia artística, se encuentra a la salida del pueblo en dirección a Tapia. Su pared norte, la más expuesta a las inclemencias del tiempo, está levantada en adobe, fruto quizá de algún antiguo derrumbre de la original. Rodeada de matas y arbustos, se mantiene en pie de milagro, pero quién sabe por cuanto tiempo más. Las dovelas que forman su puerta de acceso son de grandes dimensiones.


9.                Ermita de San Roque (Ventosa de Pisuerga)




Aunque el pueblo pertenezca a la provincia de Palencia, esta curiosa ermita merece su inclusión en la lista. Aunque todo el edificio está levantado en ladrillo, éste se ha utilizado de la manera más ornamental posible, consiguiéndose un más que meritorio resultado.


Por si alguien se anima a seguir esta atípica "ruta de las ermitas humildes" o "ruta de las ermitas con encanto", cuelgo un mapa con la situación (subrayada en verde) de cada una de las nueve de la lista. Hay muchas más, esta es solo una -también humilde- muestra.

A la derecha, ermita de San Roque y el camino de Fuenteodra; en el centro, Villamartín de Villadiego






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